Amleto Enrique Vergiati
Julián Centeya
15 de Octubre de 1910 – 26 de Julio de 1974
El 26 de julio de 1974, día en que se cumplían 32 años de la muerte de Roberto Arlt y 22 años de la muerte de Eva Perón, se nos fue para el barrio de donde no se vuelve el hombre gris de Buenos Aires Amleto Vergiatti mas conocido como Julián Centeya.
Había nacido en Italia, allá por 1910, en el pueblo de Borgotaro, en la provincia de Parma, la última ciudad -recordaba él- que se rindió al fascismo. Mi viejo -recuerda Julián- Carlos Vergiatti, era periodista; trabajaba en el diario socialista "Avanti", del cual era jefe de redacción Benito Musolini, quien andaba en amores con una rusa Angélica Balavanof.
Después de la marcha sobre Roma, 1920, la represión se descargó sobre la izquierda en Italia y el exilio se ofreció como única posibilidad de subsistir. Mi viejo tuvo que venirse como refugiado político con mi vieja, mis dos hermanas, yo y un perro que llamábamos Pri Pri. Y al mentar a su viejo, Julián se amasija en el recuerdo, como reclamando la posibilidad de volver a verlo, siquiera un minuto, como antes.
ATORRO
Encanutado en la última pilcha
negao a todo
piantado de mí
En la pinchada que da el atorro
como de nada
puesto en el forro
de un jonca e' pino me iré de aquí
Linda sbrufata la de mi vida
me puso chanta "mamá" miseria
si todo ha sido una piojería
no se dió una, siempre en la vía
pa mi cincharla fue cosa seria
Sobre mi llaga pasé la lengua
cuando la chanta se tomó el piro
y en la mentira de otra salvada
me jugué el todo, quedé sin nada
si es de milagro creé, que respiro
"No tuve un llanto que me llorara
y no habrá un llanto cuando finisca
"solari y rosi"
voy de zarpada
y cuando se haga, no habrá mancada
que otro baraje para esa brisca
Algún gomía de esos que quedan
rante y polenta como Barquina
batirá el justo de la pulpeta
y acaso cuente que fui un poeta
dueño del mundo que da la esquina
y que no tuve más berretines
que los comunes
que fuí sencillo
hecho a ternura, solo en la yeca
con horizontes que me dio el feca
sin otra cosa que un cuore e' grillo
No quiero nada
no se escapelen
paz de lamentos
si me voy piola
En el finirla está la salvada
se va conmigo mi alma cansada
que hace diez siglos no quiere lolas.
*
Habré de inventarme una puteada esdrújula
para arrojarla contra la vidriera del mundo
y contársela después a Cendrás y a Rimbaud
que tan mierdamente vivieron como yo
Claro que habré de inventarme una puteada esdrújula
porque yo me he desentendido de un Dios
que permitió que César Vallejo se muriera de hambre
la tarde de un día gris que contabilizaba sus piojos
Habré de inventarme una puteada esdrújula
Ud dese por invitado. Se lo merece.
0 comentarios:
Publicar un comentario