Ricardo Güiraldes
13 de Febrero de 1886 – 8 de Octubre de 1927
Ricardo Güiraldes y Segundo Ramirez, gaucho que inspirara el Don Segundo Sombra
Nació en Buenos Aires (Argentina) en 1886, en el seno de una familia acomodada. Su padre, Manuel, fue Intendente de Buenos Aires durante la presidencia de Roca. Su niñez transcurrió en la estancia “La Porteña”, ubicada en San Antonio de Areco, provincia de Buenos Aires. Allí vivenció el mundo campestre y la realidad del gaucho, que luego plasmó en su obra. Viajero incansable, recorrió varios países y estuvo en contacto con figuras literarias como Dostoievski, Flaubert, Wilde, Baudelaire y famosos pintores y escultores. Contrajo matrimonio en 1913 con Adelina del Carril, quien fue muy importante como apoyo del escritor. Viajó a Rusia y a la India, estimulado por su admiración a los valores orientales, despertados por la angustia interior que le ocasionó el desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial, en 1914. A partir de 1915, comenzó su labor literaria con “El cencerro de cristal”, en el cual se alternan la prosa y el verso y “Cuentos de muerte y de sangre”. En 1917, apareció “Raucho”, de carácter autobiográfico, donde expresó sus vivencias parisinas y reivindicaba la vida en la pampa. Ese año, fundó el Comité Nacional de la Juventud, junto a González Garaña, tomando posición en el conflicto bélico mundial, al propiciar la ruptura de relaciones entre Argentina y Alemania. En 1918, se publicó “Un idilio de estación”, novela breve, que a partir de 1922, se tituló “Rosaura”. En esta obra, nuevamente enaltece la vida campesina en comparación con la de la gran ciudad. Entre 1919 y1920 residió junto a su esposa en París, donde fue estimulado y elogiado por el escritor Válery Larbaud. En 1921 retornó a Argentina. En 1923, se conoció “Xaimaca”, con características impresionistas.
En 1926, surgió “Don Segundo Sombra”, su obra cumbre que lo elevaría a la fama internacional. Fue traducida al inglés, francés, alemán e italiano, entre otros idiomas. Narra la vida de Don Segundo Sombra, un gaucho con todas las características propias de él. Es valiente, astuto, ingenioso y mañero, moviéndose entre dos vidas: la del protagonista y la de su “sombra”, don Segundo. La obra lírica de Ricardo Güiraldes constituye el principal eslabón entre el modernismo y el vanguardismo de la década de 1920, en Argentina. Falleció en París, en 1927, a la edad de 41 años.
Tengo Miedo De Mirar Mi Dolor
Tengo miedo de mirar mi dolor.
No vaya a ser que me quede demasiado grande.
Prefiero calzar mi debe como una valentía de espuelas
e hincando mi pereza, que quisiera morir
cobardemente, andar con frente firme ante la
pampa yerma del dolor de los otros.
Sólo así quiero merecer.
Viajar
Asimilar horizontes. ¿Qué importa si el mundo
es plano o redondo?
Imaginarse como disgregado en la atmósfera,
que lo abraza todo.
Crear visiones de lugares venideros y saber
que siempre serán lejanos,
inalcanzables como todo ideal.
Huir lo viejo.
Mirar el filo que corta un agua espumosa
y pesada.
Arrancarse de lo conocido.
Beber lo que viene.
Tener alma de proa.
Paseo
De Río a Copacabana.
Se dispara sobre impecable asfalto,
se agujerea una montaña y se dispara,
en herradura, costeando océano
y venteándose de marisco.
El mar alinea paralelas blancas con calmos siseos.
El cielo está siempre clavado al techo,
por sus estrellas;
los morros fabrican horizontes de montaña rusa…
Y la luna calavereando.
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