José Pedroni
21 de Septiembre de 1899 – 4 de Febrero de 1968
Poeta argentino. Nació en Gálvez, Provincia de Santa Fe
y murió en Esperanza Provincia de Santa Fe. Sencillo,
humano, accesible por su claridad fraterna, religioso en la intimidad
o en el hogar, compañero de la naturaleza, cantor primitivo, honesto,
revelador de un vitalismo de su propio mundo cotidiano.
Obra:
La gota de agua (Buenos Aires 1923), Gracia plena (Buenos Aires, 1925),
Poemas y palabras (Buenos Aires, 1935), Diez mujeres, romances
(Buenos Aires, 1941, 2da.Ed., 1945), Nuevos cantos (Buenos Aires, 1944),
Canto a Cuba (Buenos Aires, 1960), Cantos del hombre libre
(Santa Fe, Argentina, 1960), La hoja voladora (Buenos Aires, 1961),
El nivel y su lágrima (Santa Fe, 1963), Obra poética
(Rosario, Argentina, 1962, 2 vols.).
Poema Indio
Quien ordenó la carga del arado
ordenaba tu muerte el mismo día.
Ella tuvo lugar junto al Salado
con paloma y calandria, a mano fría.
No te valió tu entrega de venado
frente al duro invasor que te temía.
No te valió tu miel de despojado.
Sólo la dulce espiga te quiera.
Descendiente de gringo y su pecado,
por cementerio de tu alfarería,
a lo largo del río voy callado.
La culpa de tu muerte es culpa mía.
Indio, dime que soy tu perdonado
por el trigo inocente que nacía.
Poema Maternidad
(Fragmento)
Mujer: en un silencio que me sabrá a ternura,
durante nueve lunas crecerá tu cintura;
y en el mes de la siega tendrás color de espiga,
vestirás simplemente y andarás con fatiga.
-El hueco de tu almohada tendrá un olor a nido,
y a vino derramado nuestro mantel tendido-,
Si mi mano te toca,
tu voz, con vergüenza, se romperá en tu boca
lo mismo que una copa.
El cielo de tus ojos será un cielo nublado.
Tu cuerpo todo entero, como un vaso rajado
que pierde un agua limpia. Tú mirada un rocío.
Tu sonrisa la sombra de un pájaro en el río…
Y un día, un dulce día, quizá un día de fiesta
para el hombre de pala y la mujer de cesta;
el día que las madres y la recién casadas
vienen por los caminos a las mismas cantadas;
el día que la moza luce su cara fresca,
y el cargador no carga, y el pescador no pesca…
-tal vez el sol deslumbre; quizá la luna grata
tenga catorce noches y espolvoree plata
sobre la paz del monte; tal vez el villaje
llueva calladamente; quizá yo esté de viaje…-
Un día un dulce día con manso sufrimiento,
te romperás cargada como una rama al viento,
y será el regocijo
de besarte las manos, y de hallar en el hijo
tu misma frente simple, tu boca, tu mirada,
y un poco de mis ojos, un poco, casi nada…
Cuando me ves así
Cuando me ves así, con estos ojos
que no quieren mirarte,
es que al oírte hablar pienso en la lluvia
sin dejar de escucharte.
Porque tu voz, amiga, como el agua
rumorea el amor,
y pensando en la lluvia me parece mejor
que te escucho mejor.
Cuando me ves así, con estos ojos
que te miran sin verte,
es que a través de ti miro a mi sueño,
sin dejar de quererte.
Porque en tu suave transparencia tengo
un milagroso tul,
con el cual, para dicha de mis ojos,
todo lo veo azul.
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